“No se puede ser buen programador, si no se es un buen analista”, José Nicolás Pérez

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De manera inevitable, el mundo del trabajo está cambiando; las funciones, los perfiles y los desafíos se actualizan año a año. Es difícil seguirle la pista a las tendencias que imponen los patrones de conducta de las personas y las nuevas tecnologías. 

 

La clave parece estar en el aprendizaje continuo y la adaptación. Uno de los campos que mejor refleja esta realidad es el desarrollo back-end. Las herramientas, los lenguajes de programación y los marcos de trabajo se transforman a una velocidad radical. 

 

Estos perfiles están acostumbrados a la actualización inevitable de los desafíos. Las empresas se enfrentan constantemente a nuevos contextos y, con ello, los requerimientos tecnológicos se vuelven más especializados. 

 

Según una encuesta realizada por CodersRank, la seguridad fue la prioridad tecnológica principal de las empresas en 2020. 

 

Pero las prioridades pueden cambiar de un momento a otro. Así parece ser el mundo en el que vamos a vivir… los trabajos se transforman e intensifican. 

 

Como dato curioso, la encuesta de CodersRank informó que la racha de codificación más larga del año pasado fue de 211 días seguidos. 

 

Para entender más sobre la realidad que están viviendo los desarrolladores back-end y los desafíos que se les avecinan, hemos conversado con José Nicolás Pérez, miembro de la familia BC Tecnología. 

 

En esta entrevista, Pérez nos cuenta sobre su experiencias y sus perspectivas sobre este campo tecnológico tan relevante para las organizaciones modernas: 

 

Cuéntanos un poco de ti

JNP: Soy informático de profesión, me especializo en geoinformática, he trabajado en proyectos relacionados con imágenes de satélites, coordenadas de GPS, entre otros. Es una rama de la informática muy específica pero bastante entretenida. 

 

Pero como todo desarrollador, también he diversificado mi perfil. He desarrollado proyectos en industrias como el retail, también en industrias tradicionales como petroleras.  

 

Llegué a Chile hace más de dos años. Ha sido una experiencia muy bonita. Creo que el emprendimiento y el potencial tecnológico acá es muy bueno; me recuerda a lo que ha sucedido en el sudeste asiático. 

 

Actualmente, trabajo con BC Tecnología, específicamente como desarrollador back-end para Cencosud. 

 

¿Qué estás haciendo en Cencosud?

JNP: Al principio pertenecía al área de Venta y Órdenes. 

 

Ahora estoy en el departamento de PIM (Product Information Management), el cual maneja los inventarios y precios. 

 

Nos encargamos de correr procesos pesados: carga de precios y stock, crear productos, corregir datos basura, entre otras actividades. 

 

La responsabilidad del área no es menor; hay productos que demandan mucha información, especificaciones y líneas de registros. Debemos ser muy específicos con ello. 

 

Asimismo, por ejemplo, la carga de precios debe ser muy cuidadosa; una falla en este punto sería muy grave para cualquier empresa. 

 

¿Qué competencias son las más buscadas en un back-end en la actualidad?

JNP: Generalmente, se piensa que medirán nuestras capacidades en función de los lenguajes que dominamos. Pero con mi experiencia -no sé si son las más buscadas-, creo que estas son las más importantes (poco tienen que ver con factores técnicos): 

 

La motivación.

La disciplina.

Saber descansar. 

 

 

¿Qué lenguajes conoces?

JNP: Es difícil decir que «conoces» uno o varios lenguajes. En general los desarrolladores manejamos lenguajes diferentes; nos adaptamos a las condiciones del desafío. 

 

Por ejemplo, yo he desarrollado en .NET, PHP, Javascript, Node.js, React, C#, también he reparado un par de cosas con Java. 

 

Para los proyectos de geoinformática uso mucho Python. 

 

En Cencosud se frecuenta usar Next GS.

 

He comenzado a aprender Go.

 

De verdad que el aprendizaje es continuo y la idea es que, como desarrolladores, más que especializarnos en algún lenguaje, seamos capaces de adaptarnos a las circunstancias. 

 

¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los back-end?

JNP: Jajaja, algo es seguro: siempre surgirán bugs. Le pasa hasta a los mejores de esta profesión; entonces, hay que saber que los bugs son parte de los proyectos… lo importante es aprender a detectarlos y corregirlos lo más rápido posible. 

 

Ahora bien, hay varias cosas donde los back-end nos equivocamos. Las más frecuentas para mí son: 

 

1. Malas validaciones. No se definieron bien las variables o no se entendió bien la naturaleza de la variable. 

 

2. Fallas en el rendimiento. No se dan esfuerzos por optimizar los códigos, no se buscan maneras más eficientes para desarrollar algo. Esto también se debe a una falta de revisión. 

 

3. (des)control de errores. Suena evidente, pero es algo que no se puede dejar de comentar. Hay que aprender a detectar rápido los errores, porque un error no solo entorpece el desarrollo, sino que ocupa la infraestructura en general y eso impacta -más aún- en la eficiencia. 

 

Es importante que el desarrollador deje en la consola la información suficiente, de tal forma que se puedan rastrear las líneas y encontrar los bugs. A este proceso se le llama observabilidad. 

 

4. Problemas de seguridad. (En ocasiones) los back-end usan contraseñas débiles para el desarrollo y, por descuido, las dejan expuestas. Esta situación puede poner en riesgo todo el proyecto. 

 

¿Hacia dónde se dirige el futuro del desarrollador back-end?

JNP: Es muy difícil que un desarrollador se especialice en toda la ensalada de tecnologías que existen y existirán. 

 

Sin embargo, esta profesión tiene bases muy profundas. Por ejemplo, no se puede ser un buen programador, si no se es un buen analista. 

 

Si el programador no estudia análisis de sistemas, bases de datos, modelamiento, metodologías, estará dejando lagunas en su mochila de competencias. 

 

Asimismo, a un programador le debe atraer la filosofía, le tiene que gustar pensar… si no, ¿cómo podrá analizar los diferentes problemas que se le van a presentar? ¿Cómo podrá dar con conclusiones efectivas? 

 

Obviamente, si el equipo cuenta con buenos Product Owner, Business Analysts y Líderes Técnicos, la información se le entregará ya traducida al desarrollador, entonces, no tendrá que analizar mucho. Pero… ¿qué pasa si la empresa no cuenta con estos perfiles, o estos no son muy buenos? El desarrollo quedará a la deriva. 

 

Sobre el futuro: 

 

Yo creo que los perfiles back-end estamos cada vez más cerca del DevOps. Nos estamos relacionando más con la infraestructura. 

 

Es difícil aprender todo el funcionamiento del ecosistema y la arquitectura tecnológica de toda una empresa… pero el perfil más cercano a lograrlo es, sin duda, el desarrollador back-end. 

 

También creo que los back-end trabajaremos más de cerca con la robótica. 

 

De igual manera, creo que es inevitable que nos relacionemos con la Inteligencia Artificial. Ya existen IA capaces de generar rutinas que se autoalimentan. Entonces, alguien se debe encargar de controlar los algoritmos. El back-end probablemente sea el perfil indicado para eso. 

 

¿Cómo proyectas tu camino a futuro?

JNP: Llegar a Chile significó para mí un gran cambio personal y profesional. 

 

He tenido la oportunidad de actualizar mis competencias. Por ahora, quiero continuar aquí, estoy muy contento con lo que estamos haciendo en Cencosud y me gustaría seguir aportando valor a los proyectos y crear cosas cada vez más interesantes y estratégicas. 

 

Asimismo, apoyo a varios compañeros con sus emprendimientos y creo que podría ser un camino interesante de analizar en el futuro. 

Finalmente, quiero traerme a mi familia a Chile y que juntos podamos mirar hacia adelante.