Nadie se encuentra indiferente ante la brecha de género en el mundo de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, y menos quienes estamos insertos día a día en la búsqueda de talento para dar respuesta a los distintos proyectos, que llevan adelante las empresas en este camino hacia la transformación digital.
Como es de suponer, esta realidad atraviesa las fronteras, nuestra presencia en otros países Latam como Colombia, Perú y Uruguay nos hace testigos y protagonistas de cómo cada nación busca a través de distintas acciones superar este obstáculo: Incorporar más mujeres al área TI.
A una industria donde la presencia femenina apenas alcanza un 27,3%, según el Foro Económico Mundial, aunque si lo llevamos a Latinoamérica tenemos un mayor avance porque 4 de cada 10 profesionales del área TI son mujeres.
Pero más allá de las iniciativas corporativas, y a pesar de que las empresas sí están buscando incluir más desarrolladoras en sus equipos, el problema radica en la escasez de estas profesionales en el mercado laboral. No hay suficientes mujeres formadas en el campo.
Datos de la OCDE demuestran que el problema no se encuentra en una falta de demanda por parte de las empresas, sino en el acceso de la mujer a los estudios tecnológicos.
Y es que si bien, el número de mujeres que estudian carreras tecnológicas ha tenido un sostenido aumento en los últimos diez años, el porcentaje sigue siendo bajo en comparación con los hombres.
De acuerdo a cifras del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, actualmente, el 53% de la matrícula de educación superior corresponde a mujeres. Sin embargo, solo 1 de cada 4 opta por carreras de áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés).
¿Cuál es el motivo de esto?
Según un reporte de la Unesco, existirían factores a nivel individual y familiar, y también a nivel escolar y social que pueden ser determinantes a la hora de impulsar la participación femenina en la ciencia y la tecnología en el mundo.
Sin ir más lejos, es común encontrar sesgos y prejuicios como «las matemáticas son difíciles y complejas», “los niños son mejores que las niñas en matemáticas» o que, «las tecnologías y áreas afines son de dominio masculino”. Todos son discursos que hemos escuchado por décadas.
Y si a eso le sumamos, algo de desconocimiento de lo que implica trabajar en tecnología y la falta de representación femenina en el sector, refuerzan la idea errónea de que una carrera tecnológica no es para mujeres.
Por eso, para atraer el talento femenino al mundo digital hay que trabajar en el cambio de estereotipos, en impulsar el interés de las mujeres en carreras STEM, y en hacer la tecnología más atractiva para ellas.
Asimismo, y no menor, debemos generar iniciativas para que aquellas mujeres que actualmente están en la industria permanezcan en ella y puedan desarrollarse profesionalmente.
En este sentido, tenemos desafíos que son transversales a todos los rubros, como la conciliación entre trabajo, familia y desarrollo personal. Algo que en la industria tecnológica se ha visto facilitado con la cultura del teletrabajo y la flexibilidad laboral.
En BC Tecnología logramos hacer crecer nuestro staff femenino, pasando de un 20% a un 28%, en el último año, lo cual sin duda nos gratifica y enorgullece, no solo porque como empresa TI jugamos un rol importante en la labor para alcanzar la paridad de género, sino que también, porque nuestra cultura organizacional contribuye positivamente en el desarrollo de las mujeres, fomenta su presencia y aumenta su participación económica en el mercado laboral.